El Valencia comenzó ganando el partido prematuramente con un gol de Medrán. Sin embargo poco hizo para poder asegurar la victoria o ir a por más. La contundencia del Athletic, através de Aduriz, hizo la diferencia ante una defensa endeble que no termina de acomodarse.
Se cosecha lo que se siembra
No se le puede exigir a una defensa el ‘timing’ necesario cuando sus refuerzos para una zaga endeble llegaron sobre la bocina del cierre del libro de pases. No se le puede exigir seguridad cuando el máximo referente de la defensa se fue en las últimas horas con destino a Londres y cuando se pasó todo el mercado sin fichar de manera rutilante.
Hoy, el Valencia sigue pagando de manera deportiva la falta de planificación y la improvisación de sus dirigentes. El conjunto blanquinegro no mejora con respecto hace un año cuando lo dirigía un errático e inexperto Gary Neville. Tampoco hizo demasiado a nivel ofensivo, con falta de categoría para definir.
Regalo sorpresa desde el vestuario
El partido comenzó con un gol prematuro de Medrán a los 2′. Sorprendió Nani desde la derecha en un contraataque y le cedió el balón a Medrán para que definiera. Pero aún ganando, el valencia no hizo absolutamente nada para mantener o aumentar su ventaja.
La regularidad y estabilidad del equipo de Valverde hizo todo el trabajo, la antítesis del equipo de Ayestarán en La Catedral de San Mamés. El Valencia iba tímidamente y sufría su propia falta de equilibrio y estabilidad defensiva. Sólo era cuestión de tiempo.
Aduriz no perdona
Susaeta y Williams perdonaron en los minutos siguientes. Aduriz, ex valencianista, no sería tan piadoso. Con un centro de Beñat conectó de cabeza para superar completamente a su ex compañero Diego Álves. Antes de llegar al descanso, el ariete internacional remontaba con la misma formula: Asistencia de Beñat para un delantero de peligro, en medio de la siesta de Santos y Mangala para definir con exquisitez.
Un partido que se resolvió en la primera parte. El complemento arrojó la misma historia. Un visitante al que le costaba hacer pie, le costaba llegar y un León que fue demasiado piadoso con una víctima arrinconada. Queda mucho trabajo por hacer para Ayestarán, sobre todo a nivel defensivo. Todo el trabajo que no se hizo durante la pretemporada. El Valencia llega tarde a la Liga, por falta de planificación y la improvisación de sus dirigentes.
